Juan Muñoz

Tras pasar por la Tate Modern de Londres y por el Guggenheim de Bilbao, Juan Muñoz regresa a su ciudad natal, Madrid, en forma de retrospectiva en el Centro de Arte Reina Sofía. Se trata de la exposición más completa celebrada sobre el artista —fallecido de forma prematura en 2001— hasta la fecha. Esculturas, dibujos, instalaciones, obras radiofónicas, escritos, 'ingenios'... se reparten por diferentes espacios del museo, favoreciendo la teatralidad de la muestra, y llenando de magia e imágenes inquietantes los rincones del Reina Sofía.
«Me gustaría que el espectador pudiera entrar en la obra de arte como un actor entra en su propia escena... Me gustaría que quien acude a una exposición, ya sea en un museo o en una galería, se comportara como lo haría un actor, un actor inmóvil», afirmaba Juan Muñoz. Por eso sus obras invitan al espectador a sumergirse en ellas, casi a convertirse en un elemento más, como sucede en esta 'Pieza de conversación' (1994), por la que el espectador se ve obligado a pasar para poder recorrer la exposición completa.

«Juan Muñoz logra crear un espacio psicológico, que implica al espectador y le obliga a reconstruirlo», explica el director del Reina Sofía, Manuel Borja-Villel. «El escultor ofrece un fragmento, que a su vez lleva a otro fragmento», añade.'Many times' (Muchas veces) (1999) es una de sus obras más conocidas y también más ambiciosas; de hecho, ocupa una sala completa. Está formada por cien figuras, cuyos rostros son similares: todos tienen rasgos asiáticos y sonríen con beatitud. Sólo sus posturas los distinguen y llenan de movimiento. Pasear entre ellos provoca sensaciones extrañas: el espectador invade el espacio de las figuras, de forma hasta grosera, y ellas permanecen impertérritas, sus ojos nunca miran al visitante.
Los espejos aparecen con frecuencia en la obra de Juan Muñoz, que veía en ellos una forma de expresar alteridad: el espectador se refleja en la obra, pasa a formar parte de ella, sin que la figura que la protagoniza se inmute o salga de su ensimismamiento. Llega incluso a resultar frustrante. Imagen: 'Una figura', 2000.Premio Nacional de Artes Plásticas en 2000, un año antes de su muerte en Ibiza, Juan Muñoz se sentía especialmente atraído por el misterio, las ilusiones y los relatos que pusieran en un brete psicológico al espectador. Es el caso de los 'Dibujos-gabardina', pintados con tiza blanca sobre tela de gabardina negra. Imagen: 'Ventrílocuo mirando un doble interior', 1988-2001.
Buena parte de las esculturas de Muñoz se apoyan sobre una pesada base esférica, mietnras que su parte superior es humana. Son de un tamaño inferior al ser humano medio y no muestran expresión en el rostro, que la mayoría de las veces está desdibujado. La posición de la figura es suficiente para entender lo que hace y transmitir una sensación de intimidad, de estar compartiendo con ella un secreto. Detalle de 'Figura que escucha'.

*Fragment extret de l'article d'Elena Mengual
http://www.elmundo.es/albumes/2009/04/21/exposicion_juan_munoz_reina_sofia/index.html

4 comentaris:

  1. Ojalá pueda escaparme a verla, pocos artistas me revuelven tanto. Un saludo!

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  2. Tan debó ens la portin a Barcelona...

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  3. A mi m'agradaria anar a veure-la!

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  4. A tv2 em van fer una notícia interessant.

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